Israel sabía que Irán miente. Pero ahora tiene las pruebas

02/May/2018

Montevideo Portal- por Ana Jerozolimski

Israel sabía que Irán miente. Pero ahora tiene las pruebas

En un operativo de Inteligencia sin
precedentes, Israel consiguió pruebas detalladas que demuestran que la
República Islámica de Irán mintió durante muchos años al mundo entero al alegar
que su programa nuclear no estaba destinado a desarrollar una bomba atómica y
que tenía solamente fines civiles.
El Primer Ministro Biniamin Netanyahu
reveló públicamente el material el lunes último, mostrando copias de lo
obtenido por el Mossad de las entrañas mismas del régimen de los Ayatolas, el
secreto más guardado de Irán: 110.000 documentos escritos, archivos en CDs,
media tonelada en total, que incluyen textos, ilustraciones, fotos, videos,
diagramas, detalles únicos del programa nuclear iraní.
Todo estaba guardado en grandes cajas
fuertes en un lugar que de afuera podía parecer un depósito abandonado y
adentro era de hecho la estructura más clasificada de Irán. El material es
absolutamente incriminatorio y confirma la intención iraní: lograr desarrollar
en primera instancia cinco bombas atómicas del poder de la de Hiroshima cada
una de ellas, y colocarlas como cabezales nucleares en misiles balísticos.
“Irán ha mentido. Y a lo grande”,
recalcó Netanyahu tras recordar con imágenes de video en pantalla gigante, cómo
el líder supremo de Irán Ali Khamenai, el Presidente Hassan Rouhani y el
Canciller Zavad Zarif, negaron durante años que la República Islámica haya
buscado en algún momento tener armas nucleares.
El éxito del Mossad es indiscutible y sin
precedentes. Esto no está en discusión. Irán no puede sentirse seguro sabiendo
que el servicio de Inteligencia de un país ubicado a más de 1000 kms de sus
fronteras, logra arrebatarle su secreto más cuidado. Esto tiene un valor
sicológico de gran importancia.
EL MATERIAL REVELADO. ¿HAY ALGO NUEVO?
-Sí, hay muchos elementos nuevos
desconocidos hasta ahora. Hay datos sobre lugares, personas y equipos de los
que no se tenía ninguna información, sobre lo hecho en el marco del
“Proyecto Amad”-el programa nuclear de Irán- y sobre la preservación
de todo el material, lo cual Israel interpreta claramente como reflejo de la
intención de volver a usarlo y retomar todo apenas sea posible, por ejemplo al
expirar el acuerdo nuclear del 2015, que es válido sólo por unos años más.
Este es el resumen de la respuesta que nos
dio al respecto al Dr. Ephraim Asculai del INSS (Instituto de Estudios de
Seguridad Nacional) en Tel Aviv, que trabajó en el pasado en la Comisión
Israelí de Energía Atómica así como también en la Agencia Internacional de
Energía Atómica en Viena: “Ya en su conferencia el Primer Ministro mostró
varios detalles técnicos que no eran conocidos, entre ellos la planificación
del mecanismo detonador, la planificación del cabezal nuclear para los misiles,
sitios elegidos como potenciales escenarios de experimentos nucleares.
Evidentemente, en el material hay mucho más que eso: detalle de diversas instalaciones,
sus respectivas ubicaciones, de lo que se hacía en cada una y los programas que
se llevaban a cabo, nombres de la gente involucrada, materiales nucleares,
equipos especiales, y demás”.
– Pero la gran novedad es que ahora hay
pruebas claras para todas las sospechas, para cosas que “se sabía”
pero no se podían demostrar en forma contundente.
Israel siempre sabía que Irán miente,
porque había una desconfianza básica hacia el régimen de los Ayatolas y porque
tenía en su poder indicaciones de Inteligencia que mostraban-al menos hasta el
2010-que Irán continuaba con su actividad nuclear, a pesar de haber dicho en el
2003 que había cerrado su programa, el cual de todos modos siempre alegó era de
dimensión civil y no militar.
Ahora está claro, con el material revelado,
que no lo había cerrado, que cambiaron el nombre, el marco, que pusieron a la
misma gente a trabajar en otros marcos supuestamente no relacionados pero
dedicados a lo mismo. Y en el nuevo material está inclusive la orden explícita
del entonces Ministro de Defensa iraní Shamkhani, de dividir el trabajo en dos
partes, una encubierta y otra abierta. Y en base a eso, el Dr. Mohsen
Fakhrizadeh, que encabezaba entonces el proyecto nuclear, considerado la pieza
clave en todo este tema, indicó que la parte abierta se presentaría como
“actividades especiales bajo el nombre de desarrollo de conocimiento
científico”. Está escrito explícitamente.
– Lo clave es que hay pruebas concretas y
detalladas de que contrariamente a todos sus desmentidos, el programa nuclear
iraní nunca fue para fines civiles sino militares, para alcanzar poderío
nuclear. Ya no se trata sólo de suposiciones de Inteligencia que atan cabos,
sino de documentos, videos, fotos, diagramas de todo tipo, que confirman
categóricamente la dimensión militar del programa nuclear iraní.
Entre muchos otros, hay un documento que
proclama cuál es la misión: diseñar, producir y probar cinco cabezales
nucleares, cada uno de ellos de 10 kilotons de TNT para ser integrados en un
misil. “Eso es como cinco bombas de Hiroshima”, comentó Netanyahu al
mostrar el documento escrito.
Hay documentos que detallan las distintas
etapas del proceso nuclear: la producción de uranio enriquecido, el trabajo de
las centrifugas, el proyecto del cabezal nuclear, el proyecto de simulación (de
la detonación) y los experimentos, para los que habían sido elegidos cinco
lugares diferentes en el Este del país. Hasta está el mapa en el que aparecen
esos cinco sitios. Y están las pruebas de cada una de las etapas, en cientos de
documentos.
Y también están los diseños para la
colocación de los cabezales nucleares en misiles Shahab 3. Se ve el cabezal, la
bomba. Los misiles son el medio planeado para lanzar la bomba nuclear.
No hay absolutamente ninguna duda-pero
ahora también hay pruebas- de que el plan nuclear de Irán jamás fue civil sino
militar, contrariamente a lo que alegó Irán siempre y sigue alegando hoy.
El ex jefe del Servicio de Inteligencia
General (hoy retirado) Amos Yadlin, nos dijo que en lo presentado por Netanyahu
hay “una enorme cantidad de información sobre el modelo de comportamiento
iraní a lo largo de los años, que escondía las metas verdaderas de su programa
nuclear”. Y resumió: “Lo más nuevo de todo, son las pruebas. Antes,
en un rompecabezas de 250 partes, teníamos sólo 10, demasiado poco para
convencer a las potencias. El nuevo operativo trajo todas las partes, la caja y
la foto”.
Y el experto nuclear Dr. Ephraim Asculai
también confirmó: “Sabíamos que Irán miente. Ahora tenemos las
pruebas”.
¿HAY ACÁ SÓLO MENTIRAS “VIEJAS”
DE IRÁN?
No, no solamente viejas.
El General Yadlin, hoy Director del
Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional, nos dice: “Aquí el
tema no es que Irán mintió solamente respecto a lo que hizo en el marco de su
Proyecto Amad hasta el 2003. Como jefe de Inteligencia, cargo que ocupé hasta
el 2010, yo sabía que Irán seguía desplegando actividad de desarrollo nuclear,
aunque había dicho en el 2003 que había cerrado su programa. Pero acá lo clave
es entender que Irán mintió en el 2015 al firmar el acuerdo nuclear, que por
ende está basado en una declaración falsa de su parte. Y mintió la semana
pasada el Canciller Zarif al declarar en Estados Unidos que su país nunca buscó
desarrollar un arma nuclear. Y ahora tenemos las pruebas”.
Yadlin se refirió a una entrevista
concedida por Zarif al programa televisivo “Face the Nation”, que se
puede hallar en YouTube. Es de hace pocos días, el 24 de abril. En el minuto 13
y 28 segundos, dice: “Nosotros nunca quisimos producir una bomba”.
Mentira.
¿ACASO TODO ESTO SIGNIFICA QUE IRÁN VIOLA
EL ACUERDO NUCLEAR?
El acuerdo nuclear conocido por su sigla en
inglés JCPOA (Joint Comprehensive Plan of Action), fue suscripto el 14 de julio
del 2015 por Irán y los P5+1, o sea los miembros permanentes del Consejo de
Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) más Alemania y
la Unión Europea. La encargada de Política Exterior de la Unión Europea
Federica Mogherini declaró días atrás que en el material (aunque todavía no
había visto nada sino solamente los reportes periodísticos) no incluye prueba
ninguna de que ese acuerdo haya sido violado por Irán.
En los últimos días hemos escrito al
respecto en las redes sociales, recalcando que el Primer Ministro Netanyahu no
alegó en su discurso que haya habido violaciones del acuerdo del 2015, aunque
sí destaca que la firma del acuerdo mismo estuvo basada en mentiras de Irán,
que ocultó la verdad a todos los firmantes y al mundo entero y que por ende es
problemático.
Pero analizando más a fondo todo lo revelado,
tras haber hablado desde el lunes por la noche con varios expertos en la
materia y recabado opiniones de entendidos en el tema del acuerdo nuclear,
habiendo leído una decena de veces todo lo escrito sobre lo revelado, debemos
replantear este punto: Irán sí violó el acuerdo nuclear, no solamente porque
estuvo basado en una constante y continua mentira sino por un hecho muy
concreto que contradice en letra y espíritu un artículo del acuerdo.
Lo mencionó el martes por la noche el
analista de asuntos árabes del noticiero central del canal 12 en la televisión
israelí Ehud Yaari, recordando que el artículo T 82.1 del acuerdo nuclear
prohíbe a Irán planear, diagramar o tener modelos computarizados de intentos de
desarrollar armas nucleares. “En el momento que pasaron el archivo con
todo esto a otro sitio, ya después de la firma del acuerdo nuclear, con ello
estaban violando el acuerdo”, señaló. Y en efecto, el archivo en cuestión
fue trasladado el año pasado de un lugar a otro. “El solo tenerlos”-dijo
Yaari-“es una violación del acuerdo”.
Este miércoles por la mañana, el Brigadier
General (res) Yaakov Nagel nos lo confirmó: “Irán trasladó el archivo de
donde se hallaba antes a su nuevo escondite, en enero del 2017. Eso es
posterior a la firma del acuerdo del 2015, que les prohibía tener nada que ver
con materiales de ese tipo. Eso es una violación del acuerdo”.
¿QUÉ MUESTRA EL NUEVO MATERIAL SOBRE LAS
INTENCIONES FUTURAS DE IRÁN?
Podría uno plantear que aún si han quedado
expuestos todos los engaños de Irán, lo principal ahora es el futuro. ¿Qué
significa todo lo revelado en lo relacionado a las intenciones futuras de Irán?
En las primeras líneas del acuerdo nuclear,
en el prefacio, dice explícitamente: “Irán reafirma que bajo ninguna
circunstancia buscará, desarrollará o adquirirá armas nucleares de ningún
tipo”.
En la ya mencionada entrevista del
Canciller iraní Zarif a “Face the Nation”, en el minuto 15 y 20
segundos aproximadamente, cuando se le pregunta sobre el tiempo de
“breakout” (el necesario para llegar a tener la bomba, desde el
momento en que se decide dar los últimos pasos para enriquecer el uranio a
nivel militar), cita de memoria del acuerdo: “Irán se compromete a no
desarrollar jamás un arma nuclear”.
Entonces… ¿para qué guarda todo el archivo
detallado sobre el plan nuclear, donde hay indicaciones precisas para la
construcción de la bomba atómica?
El ex alto oficial de Inteligencia Yaakov
Amidror preguntó retóricamente: “Si no piensan seguir con su programa
nuclear militar cuando hayan terminado las limitaciones del acuerdo nuclear
¿para qué guardaron todo esto?”. Quien realmente piensa dejar de lado un
programa nuclear (como hizo la Libia de Kaddhafi en el 2003 por ejemplo), no
esconde ese archivo secreto de esta forma, tal cual comentó Emily Landau,
experta en el tema nuclear, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de
Tel Aviv.
Y el ya citado Yaakov Nagel agrega:
“Si guardar el archivo repleto de datos sobre cómo producir la bomba
atómica no refleja que aspiran a tener armas nucleares, lo que está
explícitamente prohibido en el acuerdo… ¿Qué es? ¿Para qué lo guardan?”.
No es que estaba en un sitio abandonado en desuso sino en cajas fuertes
especiales, todo ordenado. “Estaba guardado de modo que permita la opción
de volver al plan apenas puedan. Es evidente que no renunciaron a sus
ambiciones”.
¿Y AHORA QUÉ?
El material revelado es muy relevante ahora
porque en pocos días el Presidente Donald Trump debe anunciar si decide
retirarse o no del acuerdo. Evidentemente, la aparición pública de Netanyahu,
en inglés, estaba destinada al mundo en general, pero muy especialmente a
preparar a la opinión pública norteamericana de cara a la posibilidad que Trump
decida retirarse.
Sin embargo, esa no necesariamente sería la
decisión más sabia, aun sabiéndose hoy mucho más que antes respecto al
comportamiento de Irán.
El Dr. Ephraim Asculai nos dice que
“hay mucho aún que se puede hacer, sin abandonar el acuerdo: estrechar el
mecanismo de supervisión de modo muy estricto, mover a la Agencia Internacional
de Energía Atómica a que cumpla con su deber e inspeccione tantos sitios que
deben ser revisados (como por ejemplo cinco lugares que según el material
revelado, iban a ser escenario de experimentos nucleares) y agregar al acuerdo
el control del programa de misiles desarrollados por Irán, dado que la
intención iraní es usarlos para lanzar la bomba.
Asimismo, según nos dijo Asculai, es
imperioso cambiar el cronograma del acuerdo, de modo que Irán no pueda dentro
de poco volver a enriquecer uranio y a poner en actividad sus centrifugas. Es
que esa es una de las grandes fallas del acuerdo: determina que después de
cierto tiempo, tan solo unos años, Irán puede volver a enriquecer uranio sin
limitaciones. Habiendo mantenido en su poder varias de las
instalaciones-inclusive Fordow donde fueron colocadas centrifugas de avanzada
dentro de una montaña, evidentemente con fines militares- podría retomar de
inmediato todo el proceso nuclear y llegar rápidamente a una bomba.
Antes de la firma del acuerdo, Israel
afirmaba que Irán se hallaba a no más de 6 meses de la bomba. Eso es lo llamado
“breakout” en inglés, el tiempo que lleva desde que partiendo del
uranio enriquecido para fines civiles, se toma la decisión de producir una
bomba y se logra llegar a ella. Con el acuerdo, por las limitaciones impuestas
a Irán por unos años, ese lapso se amplió a un año. “Apenas terminen las
restricciones, se vuelve a unos meses solamente. Eso hay que mejorarlo
drásticamente”, resume el Dr. Asculai.
Aquí hay una gran responsabilidad de la
Agencia Internacional de Energía Atómica, que no revisó debidamente, pero ante
todo por cierto de los propios iraníes que ocultaron, mintieron y no
permitieron el acceso debido. “Los iraníes mintieron descaradamente a la
Agencia Internacional de Energía Atómica, la cual les dio una nota de
aprobación en lo referente a lo conocido como PMD (“possible military
dimension” en inglés), o sea la posibilidad de que el plan nuclear iraní
no fuera para fines civiles como alegaba, sino militar”, nos dice el
General Yadlin.”Irán mintió sobre ese punto y consiguió el sello de la
Agencia, que ahora está claro cometió un error fundamental al respecto. La
Agencia fracasó”.
Y Asculai recalca que la Agencia
internacional de Energía Atómica debe ir personalmente a los lugares cuya
existencia fue revelada en el material de los archivos, debe confirmar si no
están activos y vacíos de sus respectivos materiales.
Quien minimiza la importancia de todo lo
revelado, está perdiendo de vista la mirada amplia a la situación actual.
Más allá de la problemática de un acuerdo
basado en una mentira garrafal, violado ya en su prefacio, el acuerdo nuclear
del 2015 fue mal concebido y mal negociado. Si el alivio de que Irán no puede
enriquecer uranio dura sólo unos años y luego expira, hay mucho aquí por
corregir.
Esa es ahora una misión urgente. Hay que
enmendar la situación.
Esto, mientras se debe atender también la
amenaza convencional que Irán constituye para Israel y la región en general.
Sus intentos de establecerse militarmente en Siria, son una luz roja con la que
Israel está lidiando. Al parecer, fue eso precisamente lo que pasó días atrás,
cuando en un potente ataque, fue destruido un enorme depósito en la ciudad de
Hama, en el que estaban almacenados por lo menos 200 misiles sumamente
poderosos y de alto poder de precisión, capaces de alcanzar gran parte del
territorio de Israel.
El peligro es ante todo para Israel, pero
también para la región en general.